Pequeña farsa


Mientras te miro siento nuevamente las incesantes olas chocando contra los músculos contraídos, una expresión de terror y otra de complacencia ante la furia me hacen mirarte desafiante, mientras tú me ves desde lejos llegando con la misma pesadez en la espalda..

Al mirarte, escucho, siempre escucho lo que me susurran, lo que me dicen bajiiito:  que te mate, que piense en el artificio de un plan perfecto, para este asesinato, para dejarte al fin callada, inerte, perdida entre espacios vacíos y huecos.

Este despertar violento conmociona mis sentidos, me asusta, me bloquea, pero no lo suficiente…estos silencios no pueden frenar mis ansias, la obsesión…

Te odio? Sí, claro que te odio, que odio tus insoportables devaneos sicoanalíticos que me taladran la cabeza…monólogos, largos monólogos, aburridos monólogos, molestos monólogos...estúpidos monólogos, CARAJO!, te puedes callar? No, no empieces  con las explicaciones dilatadas, basta de tu conocimiento inservible, implacablemente ridículo, increíblemente tuyo.

Irritación, profunda irritación ante tus labios extremadamente delgados, ante los ojos casi inexistentes, esos que se clavan en los míos intentando desentrañar un no sé qué…mirándome como debes mirar a tus pobres hijos, ahj que molesto, que…qué necesidad de cerrar esos ojos, golpes? Sí, golpes...sangre, rabia, gritos, un torrente de gritos… tus gritos, ni muriendo te puedes callar.

Histeria, término recurrente, tranquilidad, término esperado...pero no, yo...yo ni matándote puedo quedar en paz, escuchando ese tic, ese maldito tic que también odio, la contracción casi rumiante de tus labios en lo que parece ser un proceso digestivo, pero digestivo hacia afuera, en resumen: vomitivo, grotesco.

Gestos perdidos, gestos de cadáver pálido, cadáver insolente, insoportable, como esta sensación de encierro, esta habitación era así de pequeña ayer? en serio no ha cambiado? No se está encogiendo?

Odio, miedo y te odio…voces ...otra vez las voces que gritan, aumentando cada vez más la intensidad, y sí, es un dulce alivio de la suave voz que finges tan mal, fingir, ocultar…qué ocultas?, tú locura?…estás loca? ,,,,yo estoy loco??? Mierda en serio la habitación se está encogiendo….

Callarme, callarte, te miro.... no, no te miro, tengo la vista perdida…pienso? Sí, pienso en lo que diré antes de matarte…algo original, algo original….te mereces algo original? Una muerte estereotipada te gustaría, sí eso disimularía tu realidad, así parecerías normal, entonces no!, no, tu muerte debe ser diferente, no especial…sólo diferente. Te moviste tú o esta habitación?…esta habitación, ¿qué se movió?. 

Mirá que ironía, justo tu llamándome loco a mí, a mi que tengo el escandaloso gusto de conocerte, ironía, sarcasmo, tú no eres ninguna de las dos, eres una barata etiqueta, rugosa, sucia que se mimetiza entre los títulos profesionales, entre análisis de diván y lo haces tan mal… 

¿Qué? ¿por qué me ves? No llores, ni supliques, no entiendo los tecnicismos que utilizas cuando no sabes explicar algo, cuando te extingues entre teorías que te sabes de memoria, deja de mirarme, sabes que no te va a servir de nada, morite!, estancate en la tierra, morirte? No, no te mueras yo…yo quiero matarte. Deja de moverte!.

Dame el último placer de destrozarte, aniquilarte tibiamente entre la sangre, arroyo que me tranquiliza. Déjame sentir tus labios cerrados, tus ojos sin expresiones, déjame…déjame descansar a tu lado sin conocimientos previos...solos, yo solo y tú sola…sola…al fin muerta.



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