A través de las crisálidas

No entiendo por qué la mayor parte de las cosas que escribo empiezan con alguna especificación temporal. Ésta vez la situación es diferente, escribo conscientemente la fecha por el valor que adquiere, porque en realidad el día 08 de mayo del 2007 era importante.

Puede sonar dramático, pero así lo sentí. La exposición de Marina Nuñez del Prado, que se llevaba a cabo en el Centro Simón I. Patiño, terminaba ese día, después de tres semanas de exhibición.

La desbaratada vida de “pseudo-universitaria” que llevo, no me había permitido visitar la exposición antes, pero tenía la necesidad de verla. Así que ese día, olvidé las responsabilidades, el trabajo y las demás complejidades cotidianas que ocupan mi tiempo. En lenguaje común y silvestre: me cagué en el resto del mundo y fui.

Llegué al Centro con una tristeza infinita, tengo la costumbre de ir acompañada a las exposiciones de pintura y fotografía y ese día no había conseguido nadie a quien martirizar, con mis múltiples preguntas-noquierosaber-qué-cómo-mirá-losiento. Además iba a faltar el juego de sentir a las otras personas, observarlas cuando ellas observan. El rebote multiplicador de los espejos.

Entré arrastrando mis pies entre las piedritas de la entrada y llegué a la sala de exhibiciones con cara de circunstancias. La primera mirada cambió todo el panorama, el espacio blanco e inmaculado resaltaba cada uno de los cuadros, bosquejos en grafito, tinta y… pasteles, mi pasión.

Recordé paseos por La Paz y lo que sentía cuando atravesaba la casa-museo de Marina, cuando mi único sueño era ser artista y vivir así; con derroches de pasión que modelaban cuerpos fríos. Me envolvió la nostalgia por esos años en los que creía que todo era fácil y que los problemas se resolvían entre matices de colores alegres.

Respiré y me acerqué a los cuadros centrales, los rostros de mujeres indígenas y las facciones duras eran su estilo, los demás eran cuadros abstractos, de esas figuras alucinadas que tienen una vida de crisálida.

Cuando dejé de concentrarme en el vestido azul de una de las bailarinas, noté que no había nadie más en la sala. La encargada de la sala estaba hablando por teléfono en la primera habitación. La tristeza por la soledad anterior dio paso a un sentimiento de intimidad, aproveché cada espacio con total libertad y pude sentir cada una de las esculturas, las maderas lisas, las piedras pulidas, el suave mármol y mi preferido; el frío Onix.

Entré en cada cuadro, sentí los trazos del rostro enigmático, acaricié la cruz con el Cristo más expresivo del mundo y me deleité desde los bosquejos de algún nuevo proyecto.

No, las pinturas no tenían el movimiento de las esculturas, ni la exhalación de un ser recién inventado, pero eran célebres líneas que buscaban emerger del papel.

Por primera vez leí esos textos biográficos, que tanto aburren y, también por primera vez, odié a Marina; por su vida, por sus amigos, por todo. Después de tres miserables lágrimas envenenadas por la envidia, regresé al mundo monocromático de los cuadros y olvidé.

No pude evitar el repentino brote de suspiros aventureros, que se colaban en los cuadros y se refugiaban entre las esculturas. Cada cuadro era volver al anterior y rehacer lo que yo suponía real, para maravillarme en la nada absoluta de esa belleza inerte, que no dejaba de moverse.

La madre abrazando al niño, me abrazó a mí también. Después de observarla por casi media hora, intente entender esa ternura difícil de creer en una obra de piedra pulida. Quería sentirme como una niña abrazada por algún recuerdo familiar, en un raro momento de cariño.

Y lo logré gracias a una simple exposición. Caí en la evocación de un momento de felicidad, que se multiplicó porque yo estaba ahí, porque había superado al mundo real para pararme frente a un trozo de piedra esculpida, que hablaba y decía....

Comentarios

Linus Bonetto ha dicho que…
yo me quedé pensando en el equilibrio natural de los volumenes con el vacío, era como si esos pedazos de piedra se hubieran creado en consonancia con el mundo desde siempre... bueno tema aparte... porq no permites entradas de comentarios como "otros"?, jeje creo q me cansé de ser obligado a firmar como linus bonetto... es poco democrático!!
Ny ha dicho que…
prometo preguntarle a liu como chuchas se hace eso...para que tu idea de democracia continúe vigente.

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